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Viernes 26 de Agosto / Los jueces de Isreal (24) Ibzán, Elón y Abdón
Published on:
26th August, 2022
Después de él juzgó a Israel Ibzán de Belén… Después de él juzgó a Israel Elón zabulonita… Después de él juzgó a Israel Abdón hijo de Hilel, piratonita. Este tuvo cuarenta hijos y treinta nietos, que cabalgaban sobre setenta asnos; y juzgó a Israel ocho años. Y murió Abdón hijo de Hilel piratonita, y fue sepultado en Piratón, en la tierra de Efraín, en el monte de Amalec.
(Jueces 12:8, 11, 13-15)
Los jueces de Isreal (24) Ibzán, Elón y Abdón
Jefté juzgó a Israel por tan solo seis años antes de morir. Luego de él vinieron tres jueces que gobernaron por un total de 25 años. No leemos de ninguna guerra que estos hombres hayan sostenido o de hechos sobresalientes y heroicos que hayan realizado. Por otro lado, tampoco se nos dice si cometieron alguna maldad. Estos 25 años bien pudieron haber sido tiempos de tranquilidad y descanso para la nación de Israel.
El Espíritu de Dios se enfoca en las familias de dos de estos jueces, Izbán y Abdón. Cada uno tuvo una familia mucho más grande de lo que estamos acostumbrados en la actualidad. Sin embargo, la particularidad que se nos sugiere es que eran varones que gobernaban bien su casa, y que tenían a sus hijos en sujeción con toda honestidad (1 Tim. 3:4). Hoy en día, sería realmente un éxito que alguien tuviera 5 hijos y 5 hijas y verlos a todos felizmente casados –¡mientras que Ibzán tuvo 30 hijos y 30 hijas! Por otro lado, los 40 hijos y 30 nietos de Abdón cabalgaban sobre 70 asnos, ¡tan espectacular debió ser esta escena que Dios lo dejó registrado en su Palabra! La unidad de la familia, especialmente en las cosas del Señor, es un reconocimiento poderoso para cualquiera que esté involucrado en el servicio al Señor.
Además de esto, leemos del lugar de morada o la tribu de la cual provenían cada uno de estos jueces, la extensión de su servicio, y la mención de su muerte y el lugar de su sepultura. ¡Que nosotros también podamos servir al Señor fiel y reposadamente, donde sea que Él nos haya puesto, en tanto que Él considera apto utilizarnos hasta que quiera llevarnos para estar con Él para siempre!
Eugene P. Vedder, Jr.