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Sábado 9 de Marzo de 2024 / La posición de Mefi-boset en la corte real
Vino Mefi-boset… a David… Y dijo David: Mefi-boset… Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?
La posición de Mefi-boset en la corte real
En gracia, Mefi-boset fue introducido a los privilegios y a la intimidad de la corte del rey. Si bien se consideraba un “perro muerto”, él fue llevado desde Lodebar a la vida en el palacio real. Allí, en compañía del rey David, Mefi-boset se sentó a la mesa real como uno de los hijos del rey.
El reino de David trajo todo tipo de beneficios a Israel y a las naciones circundantes; sus siervos, ministros y cortesanos prosperaron grandemente, y disfrutaron de una gran cercanía con el bondadoso rey; sin embargo, Mefi-boset recibió una honra más elevada, pues gozó de la posición más cercana posible a David. Como miembro de la familia real, y como uno de los hijos del rey, Mefi-boset gozó de la compañía de David y de la vida en la corte real.
En un futuro cercano, las naciones se beneficiarán del reinado del verdadero David, nuestro Señor Jesucristo; sus siervos participarán de su gloriosa administración; pero, al igual que Mefi-boset, los cristianos morarán en la Casa del Padre, junto con el Hijo, como sus hermanos durante la eternidad. Israel tendrá vida eterna en la tierra, como se nos dice en dos ocasiones en el Antiguo Testamento, así como los ministros favorecidos de la corte de David disfrutaron de la vida en la corte real. Ahora bien, Mefi-boset también disfrutó de la vida en la corte real, sin embargo, conoció esta vida en un sentido mucho más profundo que el resto de los siervos y cortesanos del rey, pues estaba allí como un miembro de la familia real, como uno de los hijos del rey.
Actualmente, lo mismo sucede con nosotros. Hemos sido convencidos como pecadores, “muertos” en nuestros delitos y pecados, pero escuchamos la voz del Hijo de Dios y hemos sido vivificados en él. Hemos pasado de muerte a vida. Ahora mismo podemos morar en el amor y la vida a la que hemos sido introducidos, y prosperar espiritualmente.
H. J. Vine