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Día del Señor 8 de Mayo / Las vestimentas de Cristo (5) — Sus sufrimientos (B)
Published on:
8th May, 2022
Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella.
(Juan 19:23-24)
Las vestimentas de Cristo (5) — Sus sufrimientos (B)
En una meditación anterior, consideramos las vestimentas de pobreza del Señor. Él vistió la vestimenta de la clase obrera de Galilea. Su vestimenta era muy simple, tosca y, casi por completa, descolorida. En aquella cultura y tiempo, solamente los ricos se vestían con ropa suave y colorida (Mat. 11:8; Lucas 16:19). Tan solo este hecho debería generar que nuestros corazones se postren en adoración, pues vemos que el Señor de gloria se condujo en este mundo vestido de la ropa humilde de un galileo.
En la cruz, fue desvestido por segunda vez por los soldados romanos (la primera vez fue cuando estuvo delante de Pilato –Mat. 27:28). Un cuaternario de soldados (una escuadra de cuatro, como lo sugiere el nombre en latín) estaba, sin saberlo, a punto de cumplir las Escrituras. Sus vestiduras, comunes en aquellos tiempos, estaban compuestas de cinco partes: 1. un velo o turbante, 2. la vestimenta exterior, 3. el cinto, 4. las sandalias, 5. la vestimenta interior o túnica.
El cuaternario de soldados dividió los vestidos del Señor en cuatro partes, una parte para cada soldado. Eso dejó la quinta parte sin repartir, la larga vestimenta interior o túnica, la cual, se nos dice, era sin costura. Los soldados no quisieron dividirla o rasgarla en cuatro partes, así que decidieron, más bien, echar suertes sobre ella. Este hecho fue en cumplimiento de la profecía hallada en los salmos: «Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes» (Sal. 22:18). Obviamente, los soldados no sabían nada de las Escrituras, pero, en su ignorancia, ¡cumplieron lo que había sido escrito por el Espíritu Santo 1000 años antes!
Brian Reynolds